Muchas de las claves que descifran la diversidad fascinante de la provincia de Salamanca conectan de manera directa con sus identidades comarcales y locales y, por ello, la Diputación ha querido promover anualmente, a través de la cultura, a través de la exposición de un artista salmantino, el homenaje a esas señas de identidad que nos definen. Lo hace, además, en el entorno de la fiesta de las fiestas salmantinas: el Día de la Provincia, que se celebra el 21 de septiembre.

La obra de García Medina es un camino de ida y vuelta, de prospección expresiva que redescubre colores y motivos ornamentales aparcados en los museos, en pequeños objetos de la vida cotidiana popular, redivivos aquí para lograr el difícil equilibrio entre la tradición y la modernidad. ¿O es que acaso el arte contemporáneo no puede mirar a las raíces? No debe haber tabúes ni recelos para la creación artística y mucho menos el tabú de los orígenes, donde radica la verdad esencial de lo que somos.

El Instituto de las Identidades seguirá promoviendo las conexiones entre las identidades y la creación artística, pues así se establece entre sus competencias por voluntad expresa de la Diputación de Salamanca.

Es esta colección de cuadros una obra de madurez, con vocación de reunir lo terrenal y lo universal, lo íntimo y lo grandioso, lo cotidiano y lo sagrado, lo local y lo universal, lo antiguo -los azules clásicos- y lo modreno -los rosas y magentas superpuestos-. Un lugar donde se dan la mano la sabiduría antigua y el caliente sabor de la ternura.

En un mundo disperso, esta aspiración a la unidad, a la armonía, es un signo de los espíritus selectos.

Isabel Sánchez Jacob